lunes, 7 de octubre de 2013

TEMA 1. EL DOCENTE Y LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA


                                              
Tenemos como calificativos inseparables a lo creativo y a lo artístico. Los motores para desarrollar la capacidad de creación son algunos como la pintura, la escultura y otros modos de representación.
No hay una creatividad por parte del alumno, ya que está sometido a las sombras, es decir, a la imitación, a la copia o procesos instrumentales cerrados. Esto se da lugar en el proceso de aprendizaje de lo artístico.

¿Qué falla en el proceso educativo en relación a la Educación Visual y Plástica?

Una de las conclusiones que se han sacado, sería que es una actividad marginal un adorno del sistema para varias razones. Una de estas razones: la poca valoración social de lo artístico tiene una valoración social marginal.  Se dan lugar dos valoraciones de sentido opuesto: un sentido es peyorativo donde lo artístico no es productivo para el sistema y el otro es el paradigmático donde el arte es privilegio de artistas.
Otra de estas razones: la poca valoración pedagógica de los lenguajes en comparación a las áreas instrumentales o de “conocimiento”. Aquí la escuela limita la expresión individual del alumno favoreciendo la dependencia y la imitación, frente a la divergencia y la creación.

El segundo motivo de este problema en cuestión es el de no considerar a la actividad plástica como la utilización de un lenguaje sino como la acumulación de conocimientos, de técnicas y destrezas. Aquí se dan razones al problema. La falta de preparación de los docentes en el ámbito artístico y la disparidad de criterios.
En su mayoría, los docentes, desconocen los fundamentos del lenguaje visual, los recursos expresivos, los fundamentos evolutivos en relación a la percepción, coordinación, reflexión,… La disparidad de criterios, la confusión conceptual, pedagógica y didáctica que sigue subsistiendo en la educación artística.

LA EVOLUCIÓN INCONSCIENTE DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA EN ESPAÑA

Antes de los 70 la Plástica se contemplaba como actividad que desarrollaba la habilidad manual y destreza para el dibujo, hoy día todavía se observa la superveniencia de este modelo obsoleto, donde muchos educadores, en educación primaria, siguen denominando “trabajos manuales” a las actividades plásticas. También destacar el papel de la fotocopiadora que hace que el profesorado siga exponiendo a sus alumnos fichas fotocopiadas para que el alumno reproduzca y coloree el modelo del educador.
En la década de los 70 se da lugar la difusión de un libro “EL Desarrollo de la Capacidad Creadora”, el cual se aboga por desbloquear la creación del alumno, por facilitar la expresión individual y por desarrollar la motivación del profesor. Esto supuso un gran avance en la concepción del área, modificando contenidos, actitudes y metodología.

El gran problema es que “hay que dirigir al alumno dentro del mismo, mediante actividades estructuradas que formen parte del desarrollo curricular regular del aula”.

La década de los 80 y 90: la disciplina artística.
Surge un movimiento de profesionales que abogan por convertir el área en una disciplina artística dotándola de contenidos propios y específicos basados en estudios sobre la sintaxis del lenguaje visual. Se estaba construyendo un modelo parcial, por una asimilación superficial y por una resistencia al cambio, que junto a la influencia de concepciones neogestálticas, estaba volviendo a potenciar el trabajo imitativo y dependiente del alumno.

El futuro hacia una Educación creativa integral mediante el lenguaje plástico-visual

De modo que la función del lenguaje es expresarse y comprender lo que se quiere transmitir por medio de él, la educación que pretenda el desarrollo del lenguaje visual tiene que contemplar al ser humano, en interacción con su entorno, en su doble vertiente de receptor y emisor d mensajes visuales, ocupándose del desarrollo del saber ver y el saber hacer.

Gardner (1994) define la habilidad artística como: “Actividad de la mente que involucra el uso y transformación de diversas clases de símbolos y de sistemas de símbolos”
En definitiva, que la adquisición y uso del lenguaje visual sea una actividad creativa, supone aplicar procesos creativos al proceso generativo del lenguaje en sus tres escalones:

1.- INTERIORIZACIÓN-RECEPCIÓN
Recepción de sensaciones, percepciones y elementos cognoscitivos

2. REFLEXIÓN-TRANSFORMACIÓN
Reelaboración de los datos interiorizados de forma personal

3. EXPRESIÓN-COMUNICACIÓN
Proyección exterior, elaboración con la obra





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