TEMA 4: LA PERSONALIDAD CREATIVA
La creatividad es un concepto muy genérico y angosto
sobre el que no se ha llegado a una definición clara y establecida aunque ha
sido considerado desde la humanidad hasta nuestros días. El profesor Román de la Calle (citado en Araño
Gisbert, 1994) lo establece como:” una especie de valor añadido que
posibilita, genera y objetiva de tal modo las experiencias estética”.
De acuerdo con el profesor Eisner podemos diferenciar cuatro tipos de conductas
creativas o creadoras:
“La conducta que no acepta límites, que se define como la
extensión de los temas y las formas comunes de la obra de arte por medio de
nuevas combinaciones o de una elaboración diferente. Ejemplo: el Cezanne capaz
de superar la organización formal de la obra y plantear el Cubismo.
La conducta inventiva se refiere a la creación de temas o
formas nuevas. El término invención expresa la creación de un nuevo producto.
Ejemplo: El Duchamp del urinario o los ready made.
La conducta que supera los límites se define como la
elaboración de temas y formas enteramente nuevos, ya sea creándolos en forma
total o revisando las premisas que sirvieron de base a los antiguos temas y
formas. El individuo se expresa capaz de detectar los vacíos y limitaciones en
presentar teorías y procedimientos, desarrollar nuevas premisas que contienen
sus propios límites. La agudeza de ingenio y la imaginación, dice, son
características de este tipo de conducta. Ejemplo: el Juan Gris que supera los
límites del cubismo.
La conducta organizadora estética se refiere al
ordenamiento de formas específicas para constituir un todo coherente, armonioso
y equilibrado. Se trata de la inclinación hacia el orden estético. Se trata de
un gran observador, con la intención de identificar ordenadamente los
elementos. En este caso no tiene porque generarse un producto nuevo o
innovador. Ejemplo: el Picasso de las Meninas y reinterpretación de Velázquez.”
(citado en Araño Gisbert, 1994).
Entonces, una personalidad creativa debe reunir varios
rasgos y características, todas las personas en mayor o menor medida reúnen
rasgos de creatividad. Según Güell (2008), una persona creativa debe ser
flexible, es decir poseer capacidad de adaptación, y considerar los posibles
cambios como oportunidades. También debe ser una persona original y
perfeccionista, con constancia y disciplina, y propuestas elaboradas. Ha de tener
capacidad analítica y sintética y que sepa comunicar a los demás sus opiniones
e ideas.
La creatividad también consta de un método en el que
tenemos cuatro fases, la investigación consciente, que abarcaría la búsqueda de
información o el conocer el campo de trabajo, el trabajo inconsciente, que sería
la “incubación” de ideas, la iluminación repentina, cuando la idea aparece y la
comprobación, que sería la evaluación del proceso.
Como educadores debemos enseñar a nuestros alumnos a
desarrollar la creatividad, pero la cuestión es ¿sabemos trabajarla nosotros? Hemos
visto que todos somos creativos, pero ¿se puede la creatividad mejorar? Güell
(2008) ofrece varias propuestas para trabajar la creatividad en el centro y así
desarrollarla. Podemos trabajar la creatividad en el diseño de programas y
currículos educativos, adaptándolos a nuestras necesidades y a las de nuestro
alumnado, sobre todo se puede trabajar la organización del programa en
cuestiones temporales y sobre todo de contenidos. Otro campo para practicar la creatividad
sería el diseño de actividades de clase, el diseño de estas actividades es
infinito, y aunque durante la primaria el empleo de la creatividad en estas
actividades es constante, en la secundaria va disminuyendo, llegando a ser casi
inexistente en estudios universitarios o superiores. Junto con el diseño de
actividades, otro aspecto para trabajar la creatividad serían los métodos de
evaluación, especialmente en primeros ciclos de Primaria donde la evaluación
tiene un carácter más formativo, y por lo tanto nos permite tener diferentes métodos
de evaluación además de la “prueba” que requiere nota numérica. Se trata de
combinar diferentes propuestas relacionadas con el mismo objetivo. Otro campo
para trabajar la creatividad sería la organización del centro, es decir,
claustros, reuniones de padres, distribución de los espacios, sería elementos
bastante apropiados para trabajar la creatividad.
ARAÑÓ GISBERT, J.C (1994) “ Arte, Educación y Creatividad”,
Pixel-Bit: Revista de Medios y Educación,
no.2
GÜELL, M. (2008) El
mundo desde Nueva Zelanda, pp. 24-32 y pp. 131-149
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